domingo, 1 de junio de 2014

Crítica: Maléfica

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Como una combinación visual de Walt Disney, James Cameron y Arthur Rackham, Maléfica es uno de los espectáculos más notables de la actual época de efectos especiales por computadora, los cuales, para esta cinta, fueron creados por Robert Stromberg. Gran parte de la película se lleva a cabo en una tierra de hadas que gradualmente se transforma en oscuridad, mientras que el resto lo hace desde un castillo corrupto que parece salido de Game of Thrones.

Sin embargo, el efecto visual más grande y eficaz en Maléfica es la sarcástica Angelina Jolie en el papel de la protagonista, quien actúa como una hada traicionada y vengativa que seguro impresionará a todas las chicas adolescentes que la vean. Sí, su escultural figura y rostro reconocible fueron mejorados con la magia digital. Sus pómulos reales, aunque impresionantes, no son tan exagerados y el brillo verde en sus ojos es artificial, además de que tampoco tiene cuernos en la vida real. Sin embargo, la majestuosa postura, el dolor interiorizado, el orgullo herido y el acento inglés combinado con la pantomima de la villana, todo ello es propio de Jolie.

Muchos críticos están otorgando calificaciones mediocres a Maléfica y entiendo perfectamente por qué. La película es un revoltijo estilístico, en donde casi todo lo que contiene se asemeja de una u otra manera a las numerosas cintas y series de televisión de fantasía de los últimos 15 años. Pero la audiencia a la que Disney se está enfocando con este filme no son los periodistas de mediana edad, sino las chicas que están en una etapa temprana de la adolescencia, e incluso novios, padres y hermanos, quienes disfrutarán de una fábula ligeramente subversiva de venganza y solidaridad femenina. 

La veterana guionista de Disney, Linda Woolverton, tiene una mano experta en este género y tipo de audiencia; al fin y al cabo, ella fue quien escribió Beauty and the Beast, The Lion King y la adaptación de Alice in Wonderland de Tim Burton. Pero esta película se siente especialmente como una labor de amor. Es fácil criticar a la casa de Mickey Mouse por sus crímenes ideológicos y estéticos durante décadas, pero en la era de John Lasseter, las películas de Disney han hecho un esfuerzo concertado para representar a los personajes femeninos desde una perspectiva diferente, convirtiéndolos en protagonistas de sus propias historias en lugar de inocentes y virginales amas de casa o intrigantes brujas. No me malinterpreten, Blancanieves es un gran largometraje y un hito en la historia de la animación, pero ¿qué es lo primero que ella hace cuando se muda a casa de los enanos? Lavar los platos.

Maléfica se aleja totalmente de eso. Interpretada como una niña por Isobelle Molloy y después por Ella Purnell, ella comete el grave error de enamorarse profundamente de un chico llamado Stefan, proveniente del reino humano contiguo, el cual está plagado, por supuesto, de corrupción y mentira. Esta acción no termina solo en angustia, sino también en un terrible acto de traición, una violación metafórica que oscurece repentinamente el humor de la película. Hay muchas maneras de interpretar lo que sucede entre Stefan y Maléfica: por un lado, las personas aburridas pueden reclamar que esta película enseña a las niñas a odiar y temer a los niños, mientras que otras (igualmente aburridas) pueden verlo como un argumento a favor de la castidad. Una tercera lección mucho más simple también está disponible: las niñas no deben sacar su autoestima de los niños y las promesas de amor verdadero, a pesar de ser seductoras en el momento, no son de fiar. 

Después de cometer este terrible acto, Stefan llega al trono de su reino y tiene una hija; como muchos podrán recordar de narraciones anteriores de la historia, Maléfica aparece sin ser invitada en el bautizo con un regalo inesperado. Sabemos a dónde va todo esto, o al menos lo hacemos en su mayoría. Pero Jolie domina cada escena en la que aparece, incluso cuando la historia revierte la fórmula, ya que el guión de Woolverton tiene algunos trucos bajo la manga. Es perfectamente cierto que Elle Fanning impresiona poco en el papel de Aurora, al igual que Sharlto Copley, el rey Stefan, o incluso el mismo trío de hadas cómicas (Lesley Manville, Imelda Staunton y Juno Temple) pero ninguno de ellos es el verdadero héroe o villano de la trama.


Las palmas de la película se las lleva Jolie y a pesar de que Maleficent sí falla en varios aspectos, al final es una aventura amigable que sugiere que a veces el amor puede convertirse en una trampa, pero su principal lección nos dice que las familias que construimos y descubrimos mientras crecemos pueden ser mejores, en algunas ocasiones, que incluso aquellas en las que fuimos criados. 


1 comentario:

  1. Lo único que puedo decir, es que me impactó mucho su actuación es esta película, obvio hable de Angelina Jolie, en cada papel que acuta, lo hace muy suyo con su toque original.

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